En 2017 implementaron el programa, para 2018 lograron la certificación y actualmente los padres de familia de aproximados 300 estudiantes son los que se ocupan de mantener la plataforma al alcance de sus hijos, porque les permitió conocer el cambio en sus hijos, quienes actualmente tienen una convivencia más respetuosa y sana.
Cabe señalar que Kiva es un programa anti-acoso que se ha desarrollado en la universidad de Turku con la financiación del ministerio de educación y cultura, aplicado en el 90% de las escuelas alcanzando con ello las tasas de acoso más bajas en la historia del país que destaca por su nivel educativo.
Actualmente en México sólo 26 escuela privadas aplican el programa, en el sureste mexicano, solo Ovidio Decroly lo tiene.
“El propósito del programa es abordar los casos graves de acoso de la forma más efectiva posible intentando educar a los jóvenes desde el principio para que reconozcan los distintos tipos de abusos y sepan actuar contra ellos.”
Como parte de los 25 años de fundación del colegio en Carmen, se impartió un taller para padrs sobre este programa.
“Desde 2018 los padres de familia pagan ya el programa, pero siguen recibiendo el apoyo del 50 por ciento de descuento, como institución manejan tres programas dirigidos a los alumnos inteligencia emocional, espiritualidad para niños y kiva, programas que se trabajan en conjunto para desarrollar un protocolo de manejo centro en la paz.
La directora de dicha institución educativa apuntó que el cien por ciento de alumnos sabe manejar un protocolo de intervención para identificar el acoso, que muchas veces lo callan, tenemos que hablarlo para poder intervenir y que exista un protocolo de intervención.
“Seria falso decir que en la escuela no hay casos, pero los niños pueden identificarlo y los papas intervenir de manera correcta” apuntó.
Con Kiva el personal de la escuela se compromete profundamente con esta cuestión social ofreciendo información básica sobre Bullying y Ciberbullying y las formas idóneas de cómo abordarlo.
Dicho programa pretende influir sobre los estudiantes para que en lugar de aceptar silenciosamente la situación o alentar a los acosadores, apoyen a la víctima y transmitan de esta forma que no aceptan las prácticas abusivas.
La violencia que se ejerce sobre los niños se devuelta luego a la sociedad.